sábado, 14 de abril de 2012

              SEGUIMOS  EN  EL  PUNTO  DE  PARTIDA



          Bien, ya ocurrió lo que muchos nos temíamos que podía suceder. El Ministerio de Industria del gobierno del Estado dijo que Navantia no necesitaba un dique flotante. ¿Y es esto así? Bueno, si pensamos en Navantia de una forma global y queremos ser objetivos, tenemos, más que nos duela, que intentar comprender la respuesta dada por el Ministerio, pues la compañía y en la Bahía de Cádiz, ya cuenta con un dique seco de 500 x 100 en Puerto Real y otro, seco también, de 286 x 66 en las instalaciones de Reparaciones Cádiz.

          Pero es que la cuestión no son las necesidades de Navantia, sino las de la Ría de Ferrol. Quienes necesitamos el dique flotante – como ya dije en otra ocasión en un artículo publicado por este mismo periódico – somos nosotros, los de Ferrolterra. Y por eso, aquí no podemos dar por buenas y por lo tanto no podemos aceptar, las explicaciones dadas por Industria. Ahora es momento de exigir y con toda la fuerza de la que seamos capaces, que se cumpla todo aquello que nos prometieron hace tan solo unos pocos meses. En campaña electoral.

          Ahora ya no es momento de demostrar, como indicó el presidente del comité de empresa de Ferrol, Fernando Sinde, la viabilidad del dique flotante. El problema no radica en la viabilidad de la infraestructura que se solicita y por lo tanto, la cuestión no está en demostrar lo acertada y conveniente que seria su construcción.

          Eso ya lo saben todos y cada uno de los técnicos de Navantia, de la Sepi y del Gobierno de España. La cuestión es que en los grandes partidos haya auténtica voluntad política para encontrar soluciones. No se puede comprender que a estas alturas se pongan encima de la mesa proposiciones de pactos de no agresión utilizando el naval en nuestra comarca como hizo la secretaria general de los socialistas ferrolanos, Beatriz Sestayo. ¿A qué se estuvo jugando hasta ahora?

          Ese es el gran problema que tenemos en Ferrolterra. Lo tenemos con el naval, con el tren a Caneliñas, con el saneamiento de la ría…etc. En lugar de hacer piña por aquello que nos interesa a todos, nos destrozamos defendiendo cada uno lo suyo. Y así nos va.

          Ahora es, más que nunca, momento para la unidad. Una unidad que puede y debe de llegar a través de la generosidad en la negociación por parte de todos los estamentos de la sociedad. Es necesario abandonar, al menos en las circunstancias que vivimos, las posturas intransigentes y los idealismos férreos que no conducen a ninguna parte. La batalla hay que darla en el campo político, y para eso, la unidad de todos los ferrolterranos es fundamental. Si no somos capaces de superar este reto, realmente tampoco nos podremos quejar de estar continuamente en el punto de partida de todos los problemas.

                                                                         

                                                                           

           


No hay comentarios:

Publicar un comentario