martes, 30 de julio de 2013


   EN ESTO DEL NAVAL SEGUIMOS  SIN  APRENDER

Realmente es increíble la forma tan natural con la que somos capaces de culpabilizar a los demás de nuestros propios errores. ¿Pero cómo es posible que continuemos con el discurso de que nosotros somos los que hacemos las cosas bien y los demás son los equivocados? La verdad es que, en esa práctica, la de culpar siempre a los demás, somos unos auténticos especialistas. Nosotros siempre cumplimos con las normas establecidas, siempre, y por eso, siempre que nos reprenden, decimos, de quienes lo hacen, que obran “ injustamente “.

¿Cómo es posible que en todo este conflicto del Tax Lease no haya habido nadie capaz de hacer una reflexión de autocrítica? Realmente es increíble. Sin duda lo más fácil es echarle la culpa a los demás, pero ciertamente no es lo más acertado. No podemos seguir pensando que cuando apresan a un pesquero español por faenar con artes no autorizadas o por encontrarse dentro de la zona de las 200 millas jurisdiccionales de otro país, nos retienen y multan injustamente. No podemos continuar en la dinámica de que cuando un profesor suspende a uno de nuestros hijos digamos que le tiene rabia, y por supuesto, no se puede seguir defendiendo que cuando en toda la Europa Comunitaria se utilizaba el Tax Lease con una bonificación fiscal de entre el 18 y el 20%, aquí en España se llegase hasta el 30 % y digamos que respetábamos las normas de la Comunidad.

La UE tuvo  mucha paciencia con nosotros . En el año 2006 se dan las primeras denuncias y Almunia es cuando comienza a pedir explicaciones. Por tanto, ahora y después de casi siete años, (se cumplirán en Septiembre) no es de recibo que digamos que nos tratan de forma injusta. Por favor, seamos serios y busquemos otros argumentos sin echar mano del “ es que Almunia defiende más los intereses holandeses que los españoles “.

Hicimos, una vez más, las cosas mal, y ahora, no nos queda otra que pagar las consecuencias. Estoy absolutamente convencido de que el Sr. Almunia pudo haber sido, con el reglamento en la mano y sin pasarse lo más mínimo de la frontera de sus competencias, mucho más duro con España. Almunia, y el partido al que pertenece, fueron y lo seguirán siendo, utilizados de forma partidista, incluso de forma egoísta y personal desde dentro de su propio partido, sobre todo desde Galicia.

España infringió las normas establecidas, y lo que nos queda, además de pagar el correspondiente peaje, es hacer un ejercicio de responsabilidad admitiendo los errores cometidos. Y eso nadie lo hizo. Ni lo hizo el gobierno central, ni Pymar, ni los astilleros, ni los sindicatos. Y es que todos estos agentes, insisto, todos ellos, sabían lo que se nos podía venir encima desde el 15 de Septiembre del 2006, fecha en la que Almunia, por primera vez en este contencioso, se dirige por carta al gobierno español pidiendo explicaciones por la denuncia que tiene encima de su mesa.

Cuando reclamamos recibir un trato semejante al que recibió Francia, lo que estamos haciendo es reconocer que efectivamente cometimos errores, por eso, no tienen sentido declaraciones como las realizadas por el presidente de Aclunaga, Fernando Alcalde, cuando dice que lo que sobran son argumentos jurídicos que demuestren que se actuó de forma correcta. De igual forma también, que las manifestaciones realizadas por el Secretario General de Asime, Enrique Mallón, cuando dice que la resolución de la Comisión es a todas luces injusta, y justo a continuación, dice que ahora es el momento de estudiar en profundidad la resolución. Es decir, volvemos a caer en el error de emitir juicios de valor sin haber estudiado a fondo las causas y los motivos que dieron lugar al fallo.

El comisario Almunia, uno de los 27 comisarios del Colegio, lo que hizo fue cumplir responsablemente con su obligación. Puede ser, que pudiese haber favorecido algo más al naval español, pero esa es una cuestión y otra bien diferente que no reconozcamos nuestros propios errores. ¿Aprenderemos algún día?.  

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