¿PERO QUIÉN VA A SACAR A FERROL DEL POZO?
Los empresarios cierran sus
empresas (recientemente celebraron un foro que llevaba por titulo “Ferrolterra Reacciona” ¿…?). Los
jóvenes, los mejor preparados de toda la historia de Ferrolterra, marchan lejos
de aquí, obligados por las circunstancias, si, pero marchan. Los políticos nos
mienten descaradamente porque prometen sabiendo que nada van hacer, y
efectivamente nada hacen. Los ERE son algo ya tan cotidiano, que casi no llaman
la atención del respetable. ¿Pero quién coño
nos va a sacar del socavón en el que estamos metidos? Porque ¿No esperaremos a
que quienes lo hagan sean los mayores de
65? Por cierto, la segunda banda de población más numerosa en nuestra ciudad.
Hace tan solo ocho años y medio (1 –
6 – 2005 ) Ferrol tenía una población de 76.755 habitantes, de los que 50.967,
es decir, el 66,4 % pertenecían al grupo de población activa. Hoy, 9 del 11 del
2013 y como decía, tan solo ocho años y medio después, Ferrol tiene una
población de 71.226 habitantes y su población activa (entre los 16 y 64 años)
es de tan solo 42.596 personas, lo que significa el 59,8 % del total. Es decir,
la ciudad perdió en tan breve espacio de tiempo un 6,6 % de su población en
edad de trabajar. Para alarmarse.
Dicen los sociólogos que cuando una
ciudad tiene una población mayor de 65 años que signifique el 14 % del total de
la misma, que esa ciudad tiene un problema serio. Pues bien queridos lectores,
en Ferrol ese porcentaje a día de hoy, 9 de Noviembre, es del 25,61 %. Una
auténtica barbaridad.
El futuro de la ciudad es francamente preocupante, y lo es, porque a
la realidad que vivimos hay que sumarle (no despreciemos este dato) el problema
añadido que va a suponer, dentro de algún tiempo, no mucho, la pérdida de
nuestros mayores jubilados en las antiguas Bazán y Astano, en las Fuerzas
Armadas o en el sector de la Banca. Y es que a nadie se le escapa lo que las
pensiones de toda esa gente están soportando en estos momentos, y cuando haya
que lamentar sus pérdidas, las pensiones de viudedad ya no van a dar,
desgraciadamente, para ayudar a quienes ahora se les está ayudando. Y ese momento,
va a ser el verdadero punto de inflexión de la ciudad. Salvo que las
circunstancias cambien, claro está.
Los mimbres con los que actualmente
contamos están claros. Por un lado tenemos a los actuales dirigentes, todos
ellos, los oficiales y los no oficiales, los de los poderes fácticos, que ya
demostraron de lo que hasta ahora fueron capaces. Ahora incluso, vemos como
algunos, los que siempre dijeron preocuparse más que nadie de esta nuestra
tierra, guardan un vergonzoso silencio en el asunto del nuevo y novedoso
diputado Galego – Dinamarquiano de AGE. Por otro, el Plan Ferrol (el llamado a
ser el gran dinamizador de la comarca) del que ya vimos lo que dio de si y del
que a partir de ahora y con una reducción en la inversión del 73 % vamos a ver que
es lo que va a ser capaz de reindustrializar. Un poco más allá, nos encontramos
con un puerto exterior que iba paliar los efectos del desempleo ocasionados por
otros sectores y que hasta la fecha solo fue capaz de crear del orden de 40 –
50 empleos y que como mínimo hasta el año 2020 continuará siendo un puerto mutilado.
El puerto que iba a ser un revulsivo. Ya dentro de la ciudad, nos topamos con
unos medios de prensa escrita que para ver la línea que siguen no hay más que
fijarse en como tratan el tema del desempleo en nuestras comarcas. Uno de ellos
destacaba el otro día que el desempleo
en la actividad industrial era menor que el año pasado (ya hay que tener
cuajo) porque los demandantes de empleo en este sector eran menores que hace un
año. (Octubre del 2012, 2.873 personas y Octubre del 2013, 2.795) Increíble
¿No? ¿Por qué no nos informa ese periódico de cuantas personas marcharon de las
tres comarcas en este último año o se pasaron a otros sectores?. Otros
prefieren destacar que el Parque Ferrol abre con la vocación de “dinamizar la economía de la comarca”. Y
no sé yo que coño de economía se podrá dinamizar si Navantia se va al carajo y
no se abren nuevas puertas. Pero bueno, si la solución o parte de ella para
esta comarca pasa por las grandes áreas comerciales, a ver si nos viene otra y
que no tarde mucho. Mientras tanto, la realidad del Ferrol de hoy es la de una
ciudad desmotivada, sin un futuro claro y próxima al precipicio. Esa es la
realidad por cruda que sea.
Los ferrolanos tenemos que pensar que
de continuar por esta senda vamos directos al abismo. No obstante y aún a pesar
del momento que vivimos, la situación todavía es salvable, y en ese contexto,
uno se pregunta ¿Tendrán nuestros dirigentes la altura de miras suficiente como
para unir esfuerzos al margen de partidismos? Desde luego si así no es, el
cambio en esa casta tiene que ser profundo y radical.
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