jueves, 28 de julio de 2011

LA AUSTERIDAD EN GALICIA Y EL PP

             Si, es evidente que cuando se habla de austeridad, el PP juega con dos barajas. Por un lado, hace, pretende hacer, bandera de severidad, rigor, rigidez, etc, y por otro, el comportamiento que demuestran sus líderes deja tanto que desear, que no transmiten otra cosa que no sea recelo, desconfianza y hasta mismo malestar. Alimentando y agrandando de esa manera, el rechazo actual existente por parte de la sociedad hacia la clase política de este país.
            Durante la recientemente pasada última campaña electoral, el PP no hizo otra cosa que intentar vender imagen de responsabilidad con la situación que vive el país, por ello, gritó una y otra vez a los cuatro vientos que la austeridad en la gestión tenía que ser la máxima por la que se rigiesen todos los alcaldes.
             Y dentro de esa dinámica, tanto el Sr. Feijoo como el Sr. Rajoy, doblaron esfuerzos en presentar a Galícia como ejemplo a seguir en todo el estado español. Sin embargo y a la vista de lo que sucede en su partido en nuestra comunidad, no queda otra que decir, y en voz muy alta, que poca vergüenza.
              El pasado Domingo día 17, Rajoy dijo que en su camino a la Moncloa haría bandera de la austeridad de Feijoo. Más y aún sin poner en duda tal honestidad personal en nuestro presidente, el Sr. Feijoo, de lo que se trata es de que tanto el uno como el otro, de lo que deben de intentar presumir es de austeridad en el conjunto del partido, que es, al fin y al cabo lo importante y lo que debe de prevalecer.
             Y en ese sentido, ¿Dónde está la austeridad de los alcaldes del PP de Galícia ? ¿De qué podrá presumir, por ejemplo, el alcalde de Cotobade - un estudiante de derecho de tan solo 22 años - que hará que su papel de regidor de un pueblo de tan solo 4.427 ciudadanos les cueste 43.500 euros al año?
             Que decir del de Celanova que cobrará 63.000 euros más 7.900 para gastos de transporte siendo alcalde de un ayuntamiento que no llega a los 6.000 habitantes. O como el de Ponteceso, que con 6.215 vecinos cobrará 49. 000. O el de O Pino que con 4.718 paisanos tendrán a un alcalde remunerado con 48.000 euros anualmente.
             Aunque si esto ya es escandaloso de por sí, la guinda la ponen los alcaldes de A Merca que con tan solo 2.244 vecinos disfrutan de un alcalde que cobra 58.000 euros, así como el de A Lama que no llega a 3.000 habitantes y tiene un alcalde que alcanza los 35.000.
             Y estos, solo son un pequeño ejemplo de una interminable lista de alcaldes de un partido que en nuestra comunidad presume de ejercer una política austera dados los malos tiempos que corren. Y claro, ante esto, hay que decirle al PP que ponga orden en sus filas. Que no continue, porque no lo puede hacer, presumiendo de aquello que él realmente no practica.
            
              
               

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