martes, 4 de octubre de 2011



                                     GRACIAS  PABLO



              Muchos son los viejos dichos que aprendemos desde niños, sin embargo y a lo largo de nuestra vida, a pocos de ellos solemos poner en valor, aunque a veces, tengamos motivos más que suficientes como para así hacerlo.

              Y en esa línea, hay uno que de forma especial, pienso yo, engrandece tanto o más, a la persona que aplica el dicho, como aquella en quien se materializa. Y ese, es el que dice “ Es de bien nacidos, ser agradecidos ” y al hilo del mismo, creo sinceramente que toda Ferrolterra tendría que hacer un ejercicio de reflexión en cuanto a la figura del último vicepresidente que tuvo la Diputación de A Coruña, Pablo Villamar. Y ello, por todo lo mucho y bien que este político de Narón hizo por nuestras tres comarcas en tan corto periodo de tiempo, pues no olvidemos, que tan solo estuvo una legislatura desempeñando  ese cargo en el ente provincial.

              Ahora y después del sosiego que da el tiempo transcurrido desde las pasadas elecciones municipales, llega el momento de reflexionar relajadamente sobre la figura de este hombre y lo hecho por él en estas comarcas. Y en ese contexto, puede decirse que no hay en nuestro entorno, ni un solo ayuntamiento, gobernado por el color que fuese, que no haya recibido de forma directa la inestimable ayuda de Pablo Villamar. Su permanente preocupación por nuestras comarcas y su disposición a la colaboración, le hacen merecedor del reconocimiento público, tanto por parte del ciudadano de a pie, como de las diferentes instituciones, igual públicas que privadas, de nuestro entorno. Y esto, queridos amigos, lo dice una persona que no es del BNG.

              Mientras en otros lugares y foros, la figura de Pablo Villamar ya fue objeto de reconocimiento en diversas ocasiones, aquí en su casa, en Ferrolterra, hasta el momento fuimos incapaces de mostrarle el agradecimiento al que se hizo merecedor por todo lo hecho en beneficio de nuestras comarcas.

              Pablo Villamar y a diferencia de otros representantes de nuestro entorno, desde la Diputación fue claro ejemplo de compromiso con su tierra. Desde el cargo de vicepresidente que él desempeñó, consiguió que se hiciese un muy meritorio trabajo en el campo del turismo, la cultura, los deportes y mismo en la recuperación de tradiciones culturales y populares en las que se sustentan nuestras diferenciaciones como pueblo con respecto a otras culturas, amén de otras muchas realidades como en el campo de las infraestructuras viarias de nuestras comarcas.

              Si, Ferrolterra tiene que hacer una seria reflexión con la figura de este hombre. Realmente y como vulgarmente se dice, a Pablo Villamar le debemos una. Y si no y ante cualquier duda que podamos sentir al respecto, fijémonos en la herencia que otros políticos nos dejan después de su paso por el Parlamento de Galicia, por el Parlamento de Madrid o mismo por el Senado. Y eso, ya sin profundizar en aquellos que gozan de la influencia política del más alto nivel desde hace más de 21 años. 

            ¿Qué hay en ciudad que lleve el sello de esos políticos de primer nivel tan longevos? ¿Qué es aquello que se pueda decir que se hizo por su intervención directa? ¿Qué es lo que queda que después de tantos años pueda hacer que se sienta orgulloso el resto de su vida?  

              Sinceramente pienso que difícilmente encontraremos a políticos tan comprometidos y responsables con su entorno como a Pablo Villamar. Por lo tanto y desde esta mi Atalaya, invito a reflexionar seriamente sobre la conveniencia de hacer justicia social con este hombre. Un hombre amable, correcto y siempre dispuesto a escuchar. Un hombre, por el que todos los ferrolterranos – al margen de ideologías – deberíamos de sentir respeto y gratitud. Por ello y desde este mi humilde rincón, te digo, gracias Pablo.  

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