En estos momentos me siento auténticamente indignado, bueno más bien, como un auténtico gilipollas. Si, como uno más de esos muchos millones, supongo yo, de personas a los que se les engañan diariamente sin que por ello les suceda absolutamente nada a los engañadores. Ahora y como últimamente viene siendo habitual en las sociedades avanzadas, el engaño a los demás por parte de los políticos de turno es algo que resulta gratuito, algo por lo que no se paga peaje alguno. Y por eso, los ciudadanos somos tan repetidamente engañados por esos profesionales.
La legislatura concluyó - si, ya sé que un poco anticipadamente, pero que más da - y sin embargo y a pesar de la situación en que quedan millones y millones de personas, los políticos se van para sus casas de rositas como si aquí no sucediese nada malo. ¿ Cómo es posible esto ?
¿Es qué acaso no nos queremos enterar de que una buena parte de esos mismos políticos sinverguenzas y mentirosos, van a volver a optar a una plaza de Diputado o Senador en la próximas elecciones ? muchas veces nosotros - el pueblo - somos muy culpables de lo que nos sucede por nuestra pasividad. Nos mostramos excesivamente permisivos y con frecuencía nos inhibimos de toda culpabilidad. Y la verdad, es que no podemos dar tanto la espalda y luego quejarnos.
Lo cierto en todo esto, es que tenemos a un montón, pero a un montón, de personas que dedicadas a la política metieron a este país en un problema del carajo. Y esas personas, que desde hace tres años y no se sabe bien hasta cuando, nos complicaron la vida, ahora cesan en sus cargos, por finalizar la legislatura, y después de vivir de puta madre durante cuatro años, se vuelven a sus casas sin que para ellos tenga coste de ningun tipo el reguero de cadáveres ( trabajadores, empresarios, comerciantes, amas de casa...etc ) que durante los últimos años fueron dejando por el camino. La verdad es que ser político es un verdadero chollo. Aunque para ello y como decimos por aquí, hay que tener cuajo ¿ O no?
Toda persona que en algún momento se dedicase a la cosa pública, de alguna forma debería de tener que pasar por algún tipo de control, un algo que evaluase, más que su trabajo, su valía, su capacidad para hacer las cosas bien y por supuesto su honestidad. No se puede entender que quienes nos jodieron bien jodidos como estos que ahora cesaron, marchen para sus casas con la única preocupación en su cabeza de como hacer para poder estar en las listas otra vez para el 20 N. No, no puede ser que quienes nos desgraciaron puedan volver a estar ahí para volver a desgraciarnos otra vez. Y nosotros en esto, cada uno en su pueblo o en su ciudad, algo tendremos que decir ¿ No ? Pues digámoslo.
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